Cuando adoptamos un perro o un gato, una de las decisiones más significativas que debemos tomar es la esterilización o castración de nuestras mascotas. Este acto no solo previene la aparición de enfermedades y conductas no deseadas, sino que también es un paso crucial en la lucha contra el abandono animal. La intervención a tiempo puede prevenir numerosos problemas de salud y comportamiento, asegurando una vida más saludable y armoniosa tanto para la mascota como para sus dueños.
Esterilización y castración: dos formas de evitar la fertilidad
La esterilización se refiere a un procedimiento quirúrgico que impide la fertilidad pero no elimina completamente las gónadas, lo que significa que la mascota aún podría exhibir comportamientos sexuales. Por ejemplo, en los machos, esto se logra a través de una vasectomía, que impide que los espermatozoides alcancen la uretra. En las hembras, se realiza una histerectomía, que incluye la extracción del útero y los cuernos uterinos.
Por otro lado, la castración implica la eliminación completa de las glándulas sexuales, lo que resulta en una reducción drástica de la actividad y los comportamientos sexuales. En las hembras, esto se hace mediante una ovariohisterectomía, y en los machos mediante una orquiectomía.
Intervención quirúrgica
Ambos procedimientos son intervenciones quirúrgicas que requieren anestesia general. Por ello, es fundamental realizar un examen preoperatorio completo para minimizar cualquier complicación. Además, aunque la recuperación suele ser rápida, especialmente en machos, es crucial seguir las indicaciones postoperatorias de tu veterinario, que incluyen cuidados en casa y medicación para asegurar una recuperación óptima.
Recuperación rápida
Generalmente, los machos se recuperan más rápidamente de la castración, normalmente retomando sus actividades habituales dentro de las primeras 48 horas. Las hembras pueden requerir un poco más de tiempo de recuperación, especialmente si la cirugía implica un acceso más invasivo a la cavidad abdominal.
¿Cuándo realizar la intervención?
El momento ideal para realizar la esterilización o castración varía. En perras, se recomienda hacerlo antes del primer celo, que suele ocurrir alrededor de los 6-7 meses de edad en razas pequeñas. En los perros, la castración se recomienda una vez los testículos han descendido completamente, generalmente antes del año de edad. Los gatos, por otro lado, pueden ser esterilizados o castrados alrededor de los 6-7 meses.
Ventajas de la esterilización / castración de nuestras mascotas:
- Evita conductas indeseadas: La esterilización o castración reduce significativamente comportamientos como la agresividad, el marcaje territorial y el vagabundeo.
- Reduce la probabilidad de aparición de enfermedades: Al eliminar las gónadas, se reduce el riesgo de enfermedades relacionadas con el sistema reproductivo, como tumores y infecciones.
- Evitar gestaciones accidentales: Esto contribuye a reducir el número de animales sin hogar y, por ende, el abandono.
Tomar la decisión de esterilizar o castrar a tu mascota es un acto de responsabilidad y amor. Consulta con nuestro equipo veterinario en Junglevet para más información y elegir el mejor momento y método para tu mascota, asegurando su salud y bienestar a largo plazo.